BET GHIORGIS, LA CASA DE SAN JORGE
Iglesia monolítica con un majestuoso monumento cruciforme de unos 11 m de envergadura sobre un zócalo escalonado de 14 m.
Es la iglesia más famosa de Lalibela, inmortalizada en todas las postales. Esta iglesia monolítica en forma de cruz se excavó directamente en la roca a principios del siglo XIII. Según la leyenda, san Jorge, patrón de Etiopía, se le apareció al rey Lalibela, sorprendido y probablemente un poco ofendido de que ninguna de las iglesias le estuviera dedicada. Para compensarlo, el piadoso gobernante se comprometió a dedicarle el más bello de sus santuarios. Como la historia y el mito se confunden fácilmente, se acepta que este santuario es más tardío que los otros y representa el apogeo del arte arquitectónico de Lalibela. De hecho, esta obra maestra suscita admiración. Desde el fondo de un pozo de 12 m se erige el majestuoso monumento cruciforme (en cruz griega) colocado sobre una base escalonada. Solo el techo tallado con cruces entrelazadas, donde aparece un sistema de drenaje (de tres canales) indica el nivel del suelo del santuario. Se accede a ella a través de una larga zanja donde, según la tradición, están grabadas las huellas del caballo de san Jorge, que vino a admirar la obra. Las doce fachadas están decoradas con varias cornisas y dos niveles de ventanas, siendo las inferiores ciegas, con motivos muy diversos.
El interior conserva la forma de cruz griega y el sanctasanctórum está rematado por una cúpula.
El exterior está excavado con muchas cavidades apreciadas por los ermitaños, una de las cuales contiene cuerpos momificados. Una sala más grande representa el kene, lugar destinado a recibir al coro durante los servicios. Cerca, las algas verdes del agua de la piscina para la inmersión añaden un toque inusual al conjunto monocromo.
El aislamiento del santuario a las afueras del pueblo, en un espacio abierto, y el sorprendente estado de conservación del conjunto le confieren una solemnidad especial. Los amaneceres y puestas de sol, que nimban las paredes rojas del monumento, son momentos mágicos.