Guía de viaje Lípari

"Una isla flotante, una muralla de bronce y espléndidos acantilados lisos y escarpados" Así describía Homero Lípari, la antigua Meligunis en época griega, la mayor y más poblada de las Eolias (37,6 km2 y 11.500 habitantes). Poblada desde el Neolítico (4000 a.C.), fue en su día el principal centro del comercio de obsidiana hasta los tiempos de la antigua Roma. Se han encontrado cientos de objetos de obsidiana de Lípari en 25 yacimientos arqueológicos de Italia, Cerdeña e incluso del sur de Francia, Malta y Croacia. Durante la guerra, se utilizó para alojar a los prisioneros enemigos del régimen fascista. Si la obsidiana fue su riqueza en el pasado, ahora es la piedra pómez, demandada por todas las industrias de alta tecnología (para pantallas de televisión y ordenador), la que está haciendo fortuna. Los yacimientos de piedra pómez cubren más del 22% del territorio de la isla. Se encuentran entre Canneto y Acquacalda, en los montes Pelato y Chirica y en parte del monte Sant Angelo.Una tradición aún muy viva en Lípari es la pesca con espada, que se practica en curiosas embarcaciones cuyos mástiles alcanzan a veces hasta 30 metros de altura. En cuanto a su volcán, no se preocupe, permanece tranquilo desde hace años, y son más bien los naufragios lo que aquí se teme (uno se dirige entonces a Santa Maria di Porto Salvo). No obstante, Lípari es, junto con Stromboli y Vulcano, una de las islas más volcánicas, con sus inofensivas fumarolas y fuentes termales. En el monte Falcone hay un centro de investigación vulcanológica. La isla, con su costa escarpada y el aroma de la garriga, tiene cierto encanto. La capital homónima, Lípari, tiene 7.000 habitantes frente a los 16.000 de toda la isla. Es poco más que un pueblo en la costa este de la isla, entre el pequeño y encantador puerto de Marina Corta, donde llegan los hidroalas, y Marina Lunga, donde desembarcan los transbordadores. Desde el barco se divisa su imponente roca de lava, amurallada bajo Carlos V. Se trata de la "cittade" o "castello", donde se encuentran los restos de la ciudad. Después podrá descubrir sus barcos de pesca, sus casas de colores y sus calles peatonales. El 24 de agosto, Lípari celebra su patrón, San Bartolomé: procesión y fuegos artificiales están a la orden del día.