Guía de viaje Erice

Desde la cima del monte Giuliano, Erice, mítica y silenciosa, medita entre las nubes, ofreciendo una magnífica vista de Trapani. Por la noche, la condensación del agua del mar sube hasta sus laderas y la envuelve en una niebla húmeda en la que es difícil ver. Se dice que este antiguo pueblo fue fundado por el hijo de Erycine, diosa de la fertilidad y el amor, llamado Erix. Cuando se convirtió en rey de los Elimios, mandó construir un templo en honor a su madre. Posteriormente fue utilizado por los distintos pueblos que ocuparon la zona. Los fenicios veneraban a la diosa Tanit-Astarte, que se convirtió en Afrodita para los griegos y luego en Venus para los romanos, pero cualquiera que fuera el nombre de la diosa, el templo nunca perdió su función original. De aquella época sólo queda el mito, y esta ciudad fortificada de 29.000 habitantes ha conservado sobre todo una estructura urbana típicamente medieval. Un frescor, bienvenido en verano, debido a la altitud (756 m) rodea a menudo la ciudad. Es muy agradable pasear por sus estrechas calles, donde se encuentran pequeñas plazas y bonitos patios con flores (¡Erice tiene más de 250!), con pozos y, a veces, un antiguo lavadero. Su animación, debida en parte a la presencia del Centro de Cultura Científica Ettore-Majorana, que atrae a muchos estudiantes, y a los turistas, le ha permitido conservar el encanto de una ciudad medieval. También encontrará talleres de cerámica, pastelerías tradicionales... Fíjese en las escaleras con peldaños decorados con cerámica, ¡magníficas! Entre los acontecimientos que no debe perderse en Erice: el festival de música medieval, durante una semana cada verano, con músicos de renombre internacional; la procesión de los Misterios, durante la Semana Santa; Estate Ericina: durante todo el verano, espectáculos folclóricos, conciertos, exposiciones, etc.; y Maria SS. di Custonaci, la fiesta de la patrona, el último miércoles de agosto.