Guía de viaje Salkhad

Salkhad es una ciudad pintoresca. Se suspende como un pastel de miel sobre la antigua fortaleza, en una pendiente extremadamente empinada. Sus casas son negras, color de sus piedras volcánicas. Los tejados están cubiertos de cisternas rojas que sirven para almacenar el agua.Encontrarás una torre cuadrada y campanarios. Son pocos los viajeros que se han retrasado en este pueblo a la historia todavía poco esmerada. Salkhad, hoy poblada de 9.000 almas, fue la última ciudad antes del gran desierto en la pista de Bagdad, itinerario citado por el geógrafo Abou el-Fida en el siglo XIV. Privada del comercio con la desaparición de caravanas y la delimitación de fronteras impermeables, la Salcha bíblica ha desempeñado durante mucho tiempo el papel importante que merece su posición estratégica. En la antigüedad, la ciudad controlaba el granero de Siria. Los Fatimides hicieron construir la fortaleza en 1073 y luego Saladino la hizo entrar en el territorio de sus posesiones.Se habla de ciudadela ayyoubida. Baibares realiza numerosas restauraciones antes de que la ciudad caiga en el olvido con la llegada de los otomanos. A mediados del siglo XIX, Salkhad está abandonado.Los Druzes, recién desembarcados del Líbano, iban a utilizar los edificios en ruinas (incluida la fortaleza) como canteras, lo que acababa de deteriorar irremediablemente el patrimonio de la ciudad, como demuestran las numerosas inscripciones grabadas en la piedra de las residencias.