SALA DE CARNEGIE
Un local modular de última generación de 540 a 644 plazas en Manhattan acoge conciertos de aprendizaje temprano para niños a precios reducidos
Construido en 1891, el Carnegie ha escuchado por primera vez muchas de las principales obras del mundo, desde el debut de Rubinstein hasta el estreno de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvořák en 1893. Es difícil creer que la maravillosa sala (sobria y acústicamente perfecta) que se encuentra detrás de la fachada renacentista italiana estuvo a punto de ser destruida por empresarios codiciosos después de que la Filarmónica de Nueva York se trasladara a su nueva sede en el Lincoln Center. Se salvó gracias a la persistencia del violinista Isaac Stern. Fue necesario que el visionario multimillonario estadounidense Andrew Carnegie se decidiera a construir un edificio de estas características en un barrio que entonces no estaba de moda. Tchaikovsky inauguró el Carnegie Hall en 1891. De Paderewski a Bruno Walter, de Casals a Horowitz, de Judy Garland a Segovia, Julie Andrews o los Beatles, la lista es demasiado larga para mencionar el libro de visitas del Carnegie, donde han actuado las más grandes orquestas internacionales y las principales orquestas estadounidenses. En la película Green Book, que sigue la vida del pianista negro Don Shirley, el protagonista vive en un lujoso piso justo encima del Carnegie Hall.
El Auditorio Isaac Stern es el más conocido de los tres escenarios. Con sus 2.804 plazas, fue la primera sala dedicada a la música clásica en Estados Unidos. Cinco niveles de asientos y una estructura curvada garantizan un confort y una acústica inigualables. También los íntimos Joan y Sanford I. Weill Recital Hall (268 plazas), originalmente dedicada a la música de cámara. Pero el mayor acontecimiento de los últimos años tuvo lugar el 12 de septiembre de 2003 con la reapertura de la antigua Sala de Recitales en el sótano del Carnegie, rebautizada como Sala Zankel. Desde los años 60, la concesión se había confiado a un cine. El Carnegie se hizo cargo de ella en 1997, bajo la dirección de Judith Arron. La nueva disposición, inspirada en la Cité de la Musique de París, es una sala ultramoderna y modular de 540 a 644 plazas. Existen innumerables configuraciones: con o sin balcón italiano, con o sin foso, con suelo horizontal o inclinado... Es una sala que se adapta a la música. Es la sala la que se adapta a la música, con especial énfasis en la música contemporánea. La Sala organiza Conciertos en Familia con entradas a precio reducido, conciertos pensados para iniciar a los niños en la buena música. El Salón ofrece talleres para que los niños se familiaricen con los instrumentos y les permite asistir a una actuación a cargo de auténticos profesionales.
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