MUSEO DEL BAILE FLAMENCO SEVILLA CRISTINA HOYOS
Museo inaugurado en 2006 y alojado en una casa del siglo XVIII en Sevilla
Inaugurado en 2006 y ubicado en una casa del siglo XVIII, es una auténtica joya. Por iniciativa de Cristina Hoyos, bailaora con una considerable trayectoria internacional, este espacio revela el arte del baile flamenco en cinco salas. En primer lugar, su historia y las aportaciones de los distintos países a esta danza: castañuelas para los fenicios, movimientos de manos para la India o pasos de danza clásica para Francia. También describe la trayectoria y la expansión del flamenco, cuyo nombre proviene de la expresión fellah min gueir ard, campesino sin tierra, y que poco a poco pasó de ser un espectáculo privado a un baile mundialmente conocido gracias sobre todo a su presencia en el cine. Incluso fue clasificado como patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO en 2010. También veremos diferentes trajes antiguos y un espacio didáctico en el que se presentan los fundamentos de este baile, los diferentes palos: Siguiriyas, Bulerías, Alegrías... Todo ello con el magnífico uso de los multimedia, las transparencias o la suntuosa iluminación. Gracias a las proyecciones de películas, fotos, música y objetos, este museo es especialmente educativo. Exposiciones, talleres y espectáculos completan las actividades de este lugar que tardó cuatro años en diseñarse y uno en construirse. Es el único espacio flamenco que ha sido nombrado Lugar de Interés Turístico por la Junta de Andalucía. Le recomendamos encarecidamente que asista también a los espectáculos que allí se representan.
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Opiniones de los miembros sobre MUSEO DEL BAILE FLAMENCO SEVILLA CRISTINA HOYOS
Nous n'avions que peu de connaissance du monde du flamenco. A part les clichés... Nous avons pris le billet spectacle. Une heure pile de danse à 2m devant nous, en "petit comité". Nous avons passé un bon moment, même si il y a finalement très peu (pas) d'explications pour nous faire comprendre les codes de cette danse qui se veut une culture. C'est dommage pour les néophytes. Visite ensuite du musée, plutôt étonnant, fait avec le coeur, mérite d'y passer un moment (compter 30-45 mins mini). Bref, on aurait aimé plus d'interaction avec les danseurs, mais au moins on a droit à quelque chose de live et sincère.
A vous de vous faire votre avis... Attention, même en octobre nous avons du réserver 24h à l'avance, beaucoup se cassent le nez en pensant venir pour le début du spectacle, mais la salle doit contenir à peine 50 personnes...