Guía de viaje Río Negro

Al igual que Tamarin, esta parte de la costa, aunque en auge, se ha mantenido bastante local y residencial, sin construcciones masivas. A caballo entre una sublime laguna y zonas salvajes del interior, la región es ideal para practicar multitud de deportes. La ausencia de una playa verdaderamente grande significa que no hay grandes complejos turísticos, y por el momento la industria hotelera es pequeña y encantadora, aunque la zona de Salines está llamada a albergar varios grandes establecimientos de lujo en los próximos años. La franja de arena más agradable para tomar el sol y bañarse está en La Preneuse, justo antes de la desembocadura de la Grande Rivière Noire. La ciudad es también la primera y única que cuenta con un puerto deportivo digno de tal nombre, desde el que parten la mayoría de los cruceros en catamarán y lancha motora de la costa Oeste. En la montaña, el terreno se presta al senderismo, sobre todo en el Parque Nacional de las Gargantas de la Rivière Noire, cuya entrada y oficina de recepción se encuentran a unos 7 kilómetros del pueblo. Pero la zona es ante todo un lugar de pesca de altura, como demuestra el número de trofeos expuestos en los clubes. La topografía submarina de esta parte de la isla se caracteriza por un fuerte desnivel y aguas profundas a pocos kilómetros de la costa. A ello se añaden los fenómenos de las corrientes marinas asociadas a afloramientos regulares de plancton. Este último atrae a los peces pequeños que, sobre todo de noviembre a marzo, son seguidos por depredadores medianos y grandes (rabil, dientudo, pargo, sargo, etc.), cazados a su vez por tiburones, aguja negra y, sobre todo, aguja azul. De ahí el éxito