GILI LANKANFUSHI
Cómo llegar y contactar
Es el único hotel hasta la fecha en el que todas las habitaciones tienen vistas al mar. Las construcciones, diseñadas con sumo cuidado e íntegramente de madera artesanal y materiales naturales, están inspiradas en las casas tradicionales maldivas. Se dividen en tres categorías: las más pequeñas, las 29 Villa Suite, miden 210 m². Las ocho Residence y las siete Residence Crusoe (estas últimas completamente separadas de la isla, con una lancha específica para cada una de ellas), tienen una superficie de 250 m². Todas las villas disponen de dos plantas, y ofrecen, además de las instalaciones habituales (aire acondicionado, ventilador, cafetera, minibar, caja fuerte, secador de pelo, etc.), un baño al aire libre y dos terrazas muy amplias (solárium) con impresionantes vistas a la laguna. La luminosa sala de estar está equipada con sofás-cama, así como la zona de descanso superior: en Gili Lankanfushi se dan todas las circunstancia para pasar el máximo del tiempo en posición horizontal.
Las residencias son más amplias, poseen una cocina americana y ofrecen más privacidad. Cada villa dispone, además, de una suite spa adjunta con un hamam, sauna y sala de tratamiento, pero de pago. Recientemente se ha añadido a la oferta la Private Reserve, de 1400 m², a la que solo se puede acceder en barco. Está compuesta por seis chalés con dos suites, cuatro habitaciones para los amigos, zona de ocio y relax, spa privado...
La isla de Gili Lankanfushi dispone de dos restaurantes, incluido uno japonés, además de una bodega de vinos bien surtida donde se pueden organizar degustaciones y cenas privadas. También se puede almorzar y cenar en la huerta ecológica, donde el chef recoge y prepara las verduras frente a los clientes. Pero aún quedan más cosas a la altura de su categoría: si lo pide, pueden servirle una cena a la luz de las velas en la terraza de su villa desde un barco-restaurante-cocina. Por último, el original Over water Bar se alza sobre pilotes. En el centro se ha dejado un espacio que da a la laguna, alrededor del cual se han repartido algunas mesas y unos grandes cojines. Definitivamente, en Gili Lankanfushi todo es lujo, tranquilidad y placer.