BAROS MALDIVES
Cada una de sus 75 villas, todas con cama king size, es más lujosas que la anterior a medida que se sube de categoría. Ofrecen mucho espacio: las más pequeñas miden 74 m² y las más grandes, 160 m². A excepción de las villas sobre pilotes, todas parecen perdidas en medio de palmeras y exuberantes jardines floridos que proporcionan una agradable sombra y privacidad. La decoración de madera de las villas proporciona un ambiente cálido y elegante. El interior también es digno de admirar, pues combina las comodidades modernas (minibar, teléfono, caja fuerte, máquina de té y café, TV, reproductor MP3) sin caer en la alta tecnología ni descuidar la tradición (camas con dosel, muebles de madera, techos de palma).
Las Deluxe Villas tienen un baño exterior muy refinado y una terraza privada. Los televisores replegables se ocultan dentro de una banqueta al pie de la cama, un detalle a tener en cuenta por aquellos que quieran desconectar del todo. Las Baros Villas están equipadas con una ducha exterior en un entorno idílico y una terraza con hamacas en las que descansar. Las Water Villas, de gran diseño, disponen de una zona de relax tanto dentro como fuera, un precioso cuarto de baño con doble ducha y bañera, una terraza que dispone de tumbonas y una escalera que conduce al agua, pero, sobre todo, de una gran superficie acristalada que permite la entrada de la luz y observar el azul del mar desde la cama o la bañera. Algunas de las Water Villas se benefician de una piscina desbordante en la laguna. Por último, las dos Premium Pool Villas, inauguradas recientemente e impresionantes, están escondidas en el corazón de una exuberante vegetación al borde de la playa, y cuentan con un jacuzzi al aire libre con vistas a la laguna.
Los desayunos, incluidos en los precios de las habitaciones, se sirven en el restaurante Lime. Se trata de un gigantesco bufé donde se exponen diferentes variedades de cereales, yogures, frutas frescas, pescado crudo o ahumado, quesos, exquisiteces, pan fresco o huevos al gusto. Puede disfrutar de otros platos en uno de los tres restaurantes de la isla, el gurmé Lighthouse, el refinado Lime Lime o el relajado Cayenne Grill. Los precios son bastante bajos si se tiene en cuenta la categoría del complejo; son incluso más bajos que los de algunos resorts de tres estrellas.
El servicio, cálido y amable, es siempre impecable y atento. A este magnífico entorno se ha añadido una nueva piscina fosforescente, una de las más grandes de las Maldivas. Otro detalle destacado son los rompeolas, adaptados como solarios, con tumbonas y sombrillas.