PARQUE NACIONAL DE QUMRÂN

El yacimiento arqueológico de Qumrán permite descubrir la antigua ciudad de una comunidad esenia, activa desde el siglo ^II a.C. hasta el 68 d.C. Se cree que vivieron aquí entre 150 y 200 personas. Se encontraron vestigios de esta ciudad entre 1951 y 1956, durante las excavaciones que siguieron al descubrimiento de los primeros Rollos del Mar Muerto en las cuevas cercanas.

Los esenios. La palabra "esenio" procede del arameo y significa "piadoso". Los esenios eran una comunidad mística judía fundada hacia el siglo ^II a.C., como reacción contra los saduceos (aristócratas, miembros del clero judío) y los fariseos (judíos piadosos y rigurosos que desarrollaron la "Ley Oral"). Eran célibes y vivían según normas muy estrictas: se observaba estrictamente el sábado, así como la pureza ritual (purificación en baños de agua fría y uso de ropas blancas). Estaba prohibido jurar, prestar juramento, realizar sacrificios de animales, fabricar armas, hacer negocios o ejercer un oficio. También se dice que su dieta era especial en el sentido de que no debía procesarse, por ejemplo cocinándola. Consistía principalmente en pan, raíces silvestres y fruta. El consumo de carne estaba prohibido, al igual que el uso de lana. Los bienes se ponían en común y se distribuían según las necesidades individuales. Tras un noviciado de tres años, los miembros de la comunidad renunciaban a los placeres terrenales y entraban en la vida monástica. Algunos creen que el movimiento monástico del cristianismo surgió de este modo de vida. Se dice que la comunidad esenia contaba con un total de 4.000 miembros, repartidos por las orillas del Mar Muerto, Jericó y Jerusalén. Alrededor del año 70, tras la destrucción de su ciudad por las legiones romanas, los esenios desaparecieron por completo.

Lavisita al yacimiento arqueológico comienza con una película sobre Qumrán. A continuación, se visita un pequeño museo antes de continuar por el yacimiento propiamente dicho, siguiendo el trazado del acueducto que recogía el agua del río. Los edificios descubiertos dan testimonio de un modo de vida comunitario: restos de salas de reunión, un refectorio donde se compartían comidas ceremoniales y talleres de alfarería. Se han descubierto numerosas pilas de purificación ritual, lo que confirma la importancia de la idea de pureza para esta secta. Construido al este de la atalaya, un cementerio contiene unas 1.100 tumbas, principalmente de hombres.