ALAMEDA

En un extremo de la calle Victoria, a los pies de la colina desde la Plaza de Armas, se extiende el Alameda, el principal parque de la ciudad. Por un lado, hay una fuente de la forma de México y, por otro, una zona de juego está abierta a los niños; en el medio hay un quiosco de música para los conciertos del domingo. Pero el principal atractivo del parque es el laberinto de sus senderos sinuosos en los que jóvenes parejas deambulan, detienen e intercambian marcas de afecto. Dos horas antes de la puesta de sol, los árboles se convierten en el refugio de innumerables aves cuyos gritos llenan el parque, que aporta un ambiente tropical a una ciudad, por otra parte, bastante templada.