PARROQUIA SAN MIGUEL
Esta iglesia, construida por los jesuitas, tiene un suntuoso artesonado policromado rojo y dorado
La iglesia fue construida originalmente por los jesuitas en honor a San Juan Bautista, pero tras su expulsión de Sucre fue dedicada a San Miguel. San Miguel, terminado en 1612 en forma de cruz latina, es uno de los monumentos mudéjares (arte de influencia islámica). Tiene un suntuoso artesonado policromado en rojo y oro. Los techos del presbiterio, del crucero y de la iglesia son de artesonado octogonal.
La decoración interior de la iglesia de San Miguel era el ejemplo más rico de arte mudéjar de todo el virreinato del Perú. La entrada del edificio es típica de la arquitectura manierista. Aparte de sus magníficos retablos del siglo XVIII y de numerosas pinturas y esculturas, el mayor tesoro artístico de San Miguel es una serie de lienzos, pintados a finales del siglo XVI por el pintor manierista Bernardo Bitti, que formaban parte de un antiguo retablo. Bitti fue el más grande pintor de la América colonial y sus más bellas obras se pueden admirar en Chuquisaca.
Entre las pinturas de la iglesia destaca la de la Anunciación, muy bien conservada. Entre las esculturas, destaca la de San Juan Bautista, del escultor sevillano Gaspar de la Cueva. Un detalle original es que la torre de la iglesia (la más alta de la ciudad) alberga un café, la Torre del Campanario, que ofrece una magnífica vista de los tejados de la ciudad y permite disfrutar de la encantadora arquitectura de la iglesia.