CAÑONES TOROTORO Y EL VERGEL
El cañón de Torotoro es una de las maravillas del parque y se puede llegar en coche o caminando desde el pueblo
El Cañón de Torotoro es una de las maravillas del parque. Se puede llegar en coche o caminando desde el pueblo. Una vez pasado el puesto de guardia, se continúa el camino por el lecho de un antiguo río. Primero llegará a un teatro natural con una notable exhibición de las diferentes capas de piedra. Un poco más adelante, podrá admirar, entre otras cosas, las mayores marcas inmortalizadas en el suelo: las del paso de un saurópodo (herbívoro). Cada una de sus pistas mide más de un metro! Algunas huellas de carnívoros la rodean. Se pueden leer fácilmente las historias que hay detrás de cada uno de estos temas. Continuando su camino, llegamos a un puente de piedra natural sobre el río. Luego llegamos a una torre de vigilancia de reciente construcción. Está inspirado en el Gran Cañón americano, y se asoma al cañón sobre un puente arqueado transparente, hecho de metal (y no de cristal, como su homólogo norteamericano). La vista es increíble y el paisaje te transporta. Dominamos el fondo del cañón desde una altura de casi 300 metros. Continuamos la visita, recorriendo el cañón antes de iniciar el descenso. El camino está bien marcado, y después de bajar unos 700 escalones, ¡por fin llegamos a Le Vergel! En un entorno paradisíaco, las cascadas naturales terminan sus caídas en cuencas. Aunque el agua está relativamente fría, todavía se puede nadar en ellas. Cuente unos 40 minutos para el ascenso.