BASILICA DE LA VIRGEN DE LA CANDELARIA

Es uno de los monumentos barrocos mejor conservados del país. Cuando Francisco Tito Yupanqui colocó a su Virgen en el santuario, los milagros comenzaron a sucederse. El eco llegó a España, y el 7 de enero de 1588, el rey de España, Felipe II, ordenó la construcción de una iglesia. Gracias a las gestiones del Virrey del Alto Perú, Don Pedro Fernández de Castro, la catedral fue inaugurada en 1670, pero la actual basílica data de 1820. El edificio, de estilo renacentista y barroco, tiene forma de cruz y cuenta con cinco capillas, entre ellas una monumental capilla del Miserere en el centro del atrio. Las cúpulas de estilo mudéjar, que coronan las cinco capillas, están cubiertas de azulejos. El elemento más original de la obra es la capilla abierta, o capilla de Indios, adosada a la nave de la iglesia. En los primeros años, el número de fieles era tan grande que la misa tenía que decirse fuera de la iglesia, por lo que se decidió construirla. Tiene una base cuadrada, cubierta por una cúpula circular que se apoya en cuatro pechinas. Tres arcos y el muro de la iglesia forman toda la estructura, que tiene la misma altura que la nave de la iglesia. La catedral ha perdido muchos de sus antiguos tesoros. Sin embargo, aún conserva el enorme retablo del siglo XVII de su altar mayor, obra de Sebastián Acosta Tupak Inka, así como numerosas esculturas, entre las que destaca, por supuesto, la famosa Virgen tallada en madera de maguey (un cactus local).

La Virgen de Copacabana también es conocida como la Candelaria. Es la única Virgen indígena de Bolivia. Su rostro, esculpido por Tito Yupanqui, tenía los rasgos característicos de los hijos del sol (los incas), por lo que los lugareños la llaman la Virgen Morena. Pero, durante el siglo XIX, algunos padres franciscanos decidieron blanquear los rasgos de la Virgen para darle un aspecto más español... Se le atribuyen cientos de milagros, lo que convierte a Copacabana en uno de los principales centros de peregrinación de Bolivia. Para admirarla, hay que ir al "Camarín de la Virgen", a la izquierda en la catedral (seguir las indicaciones). Está empotrado sobre el altar, protegido por un globo de cristal y enmarcado por ángeles de estuco. Todos los fieles ofrecen un regalo a la Virgen. Desgraciadamente, ha sido robado en el pasado y ahora se puede admirar una réplica.