Guía de viaje San Fernando De Montecristi – Montecristi

Cuanto más se acerca uno a Montecristi, más seco se vuelve el aire, y la exuberante vegetación da paso gradualmente a un paisaje desértico, donde los cactus y las plantas espinosas, entre ellas el famoso cambrón (arbusto originario de África con el que se fabrica el carbón vegetal), sustituyen a la frondosidad de las plantas tropicales. Montecristi, la capital de la provincia, cuyo verdadero nombre es San Fernando de Montecristi, es famosa por su máxima insolación, con más de 300 días de sol al año, y por la extrema aridez de la región, que sólo registra una media de 10 días de lluvia al año. Joya del Noroeste, la provincia fronteriza de Montecristi presume de paisajes salvajes y sorprendentes, ideales para aventuras fuera de los caminos trillados. Entre arrozales y plataneras, cabras y cactus gigantes montan guardia a lo largo de las carreteras que conducen a salinas y acantilados de piedra caliza que bordean un océano Atlántico cargado de olas.Durante su segundo viaje, mientras navegaba por la costa de la actual Montecristi, Cristóbal Colón consideró la posibilidad de construir allí la primera ciudad del Nuevo Mundo, antes de decidirse por una zona más oriental. La ciudad de Montecristi no fue fundada hasta 1533 por Juan de Bolaños, acompañado de unas sesenta familias procedentes de las Islas Canarias. Era imprescindible aprovechar su formidable puerto natural. La ciudad fue destruida en 1606, y no volvió a ser habitada hasta finales del siglo XVII.Montecristi vivió su época más próspera en las últimas décadas del siglo XIX y a principios del XX, cuando se creó la Grenada Fruit Company y su puerto se utilizó para exportar productos agrícolas, plátanos y maderas preciosas a Europa. De esta época datan sus edificios de estilo victoriano.Una atmósfera indescriptible de obsolescencia y nostalgia se cierne sobre la ciudad, donde la vida se desarrolla a cámara lenta bajo un sol sofocante. La ciudad atrae a pocos visitantes porque está fuera de las rutas turísticas más frecuentadas. Sin embargo, la cala de Montecristi tiene fama de ser un excelente lugar para practicar windsurf, quizá incluso mejor que Cabarete, con un viento más fuerte que sopla en la playa y un mar sin olas. Pero las infraestructuras son escasas, y los windsurfistas también.