IGLESIA DE ST. PIERRE-ET-SAINT-PAUL

Construida en 1807 y destruida en 1843 por un violento terremoto en el que murieron casi 3.000 personas, esta notable iglesia fue reconstruida por el arquitecto Alexandre Petit, procedente del continente. Luego fue remodelado en 1867 debido a la debilidad de su techo. Esta elevada iglesia, con su blanca y arenosa fachada neoclásica, tiene un gran aspecto en lo alto de sus escalones. Su fachada principal neoclásica tiene tres grandes puertas. En la entrada principal aparecen los dos santos patronos San Pedro y San Pablo, que dieron nombre a la catedral, rodeados de los cuatro evangelistas. En el interior, la altura de la nave sorprende al visitante y las columnas con capiteles neogóticos no dejan indiferente. El interior está bañado por una hermosa luz natural. La catedral ha sobrevivido a las catástrofes naturales que han asolado la ciudad en varias ocasiones (terremotos y ciclones).

También se han llevado a cabo importantes trabajos de restauración para garantizar su estabilidad y la conservación de los herrajes. Recibe el apodo de "catedral de hierro", en referencia a su estructura de hierro montada por los talleres de Gustave Eiffel.

La catedral, sede de las grandes ceremonias religiosas de la parroquia y conocida por su órgano, está hoy inscrita como monumento histórico y sigue siendo el edificio religioso más importante de la ciudad de Pointe-à-Pitre, con capacidad para 3.000 fieles.