LE TRESOR D’ALICE
leer másEn este antiguo cierre del siglo XVIII, restaurado y transformado para hacer una gran mansión de sol, Marie-Pascale, Beaujolaise de corazón, le da la bienvenida. Te contarán el secreto del tesoro de Alice y te guiará por descubrir esta hermosa región que ama con pasión (incluso se ha convertido en «guía de países»). Hay dos amplias habitaciones con un magnífico cuarto de baño (duchas a la italiana), acceso independiente, biblioteca y zona de salón para cada una de ellas. También hay acceso a la piscina. El encantador desayuno casero, servido en la habitación a petición, se sirve en el jardín o en la terraza.
LE MONT BROUILLY
Hotel-restaurante con terraza, jardín y piscina en Quincié-en-Beaujolais ...leer más
LA CROIX SABURIN
leer másLa Croix de Saburin domina esta casa de huéspedes y los viñedos forman un escritor alrededor de la propiedad. ¡Calma y serenidad te impregnan desde los primeros momentos! En la casa beaujolesa del siglo XIX, el Monique y Jean-Michel le recibirán en sus dos habitaciones, completamente reformadas, equipadas con una cama de 140, cuarto de baño o ducha y aseo privado. También hay un salón que te permitirá encontrar, para leer, una parte de ajedrez, mapas, Scrabble o simplemente relajarte si no te atraes la piscina. Los libros y las revistas te esperan y te sentirás como en casa, lo que es su mayor deseo. Durante los días frescos, hay una chimenea magnífica.
GITE DE BROSSE SABOT
leer másEntre viña y bosque, Sylvain y Laurence Etard le acogen en su casa del siglo XVII. En un ambiente cálido y tranquilo, se han realizado dos casas de siete personas y dos habitaciones de huéspedes con dos camas de 90, hermanables, cuarto de baño y wc. Nuestros amos de casa también te propondrán probar los vinos y platos de la región (antesiletes, quenelas, salchichas de cocer, tapillas en las lentes…) alrededor de su mesa de huéspedes. Y si deseas, Nomade, su burro te servirá de guía a razón de 20 euros las 3 h, o 40 euros las 5 h. Hay muchos paseos por los alrededores que le harán apreciar esta zona rural. ¡Un verdadero delirio!