El Vieux Lyon ofrece tal letanía de establecimientos que el visitante y el gourmet lionés ya no saben a qué santo rezarle para ir en la dirección correcta. En la plaza de la Baleine, la más bella de este barrio renacentista declarado Patrimonio de la Humanidad, la terraza de Aux 3 Maries es de una elegancia excepcional, con sus bonitos muebles y sus mesas bien dispuestas. Una finura y un cuidado particular que responde a la de una sala refinada, la de un antiguo bistró local (el Café des Primeurs, donde Aragon y Eluard se encontraban, entre la rue Saint-Jean y los muelles del Saona) reconvertido en bouchon con la gracia de Tante Paulette. Un restaurante de renombre que perpetúa la mejor tradición lionesa con Clémentine, Lionel y todo su equipo. La atención es impecable y el servicio digno de un gran restaurante acogedor en el que presentan la cocina del chef Eric Jouanin, que se establece año tras año como uno de los mejores embajadores gastronómicos de la ciudad. Ofrece una cocina tradicional cuidada, con una carta lionesa que se clasifica entre las mejores: arenques en aceite a las Trois Maries (es decir, preparado en una deliciosa marinada casera), una ensalada lionesa con panceta de granja o un pâté en croûte casero. A continuación, una salchicha lionesa de la charcutería Gast, una andouillette de Braillon, una quenelle de lucio suflé, así como un medallón de cordero, un maravilloso filete de trucha ártica de la casa Murgat o un sorprendente risotto de aleta de raya. Siempre con lo mejor de la tradición, como un medio saint-marcellin de la Mère Richard, un cervelle de canuts, una tartaleta de praliné o un coulant de chocolate Valrhona, por no hablar de los helados firmados por Terre Adélice. Su carta de vinos combina con su divina cocina. El Aux 3 Maries, un establecimiento recomendado por Petit Futé, contesta a todas sus oraciones.
Opiniones de los miembros sobre AUX 3 MARIES
À conseiller
Le serveur prend la moitié des consomations, sert les hommes, puis prend les consomations des femmes et les serts en dernier.
Les quantités des entrées sont conséquentes, mais les plats chaud, on reste sur notre faim. Le saucisson brioché c'est deux moitié de saucisson, avec une pomme de terre coupée en deux. Le gâteau de foie est assez petit quand même. Le poulet c'est pareil. Mais ça reste bon.
Le serveur nous a donné la panière de pain de la table d'à côté (entamée).
Niveau dessert, le gâteau lyonnais c'est un gâteau au yaourt (ou pas mais en tout cas ça en a le goût) avec un peu de crème anglaise, de la crème chantilly et des bouts de praline.
Préférez la crème brûlée.
Si vous ne souhaitez pas sortir de table avec une sensation de faim, la première pizzeria venue conviendra.
On paie le nom "bouchon" et le vieux Lyon autour.