Auberge de Préjeurin

En esta hermosa meseta con vistas al valle del Gier (acceso fácil y rápido desde Lyon, a veinte minutos por la A-7, salida «Givors ouest», dirección Echalas), se encuentra una posada en la que nos invade nuestro instinto carnívoro. En un entorno magnífico de naturaleza virgen, aire puro y vistas espectaculares, Auberge de Préjeurin se sitúa en el corazón de un centro ecuestre con 28 boxes en total (de los que se alquilan nueve) y un establo en el que se puede aprender a montar o asistir, un viernes de cada dos, a los cursos Western de doma vaquera, acrobacias, conducción de carruajes tirados por caballos... Es un establecimiento para los amantes de la equitación, pero también para los amantes de la carne, con muchas especialidades a la hora de cenar, propuestas por el propietario del lugar, el excelente Christian Barbati, carnicero desde hace 45 años. El comedor es hermoso y luminoso, con su estructura a la vista y una cabeza de toro que vigila a los comensales. El toro de la Camarga es la estrella del albergue. Originario del criadero Barbati, en la Camarga, el toro bio se sirve en varias formas: pavé con arroz de Camarga, embutidos, tartar (19,50 E) o fondue de toro (25 E con postre), y el tradicional Gardianne. Cocina casera —incluso el pan es casero— del mejor gusto con deliciosas especialidades lionesas (callos, andouillette, tablier de sapeur), así como también la hamburguesa del chef o la trucha fresca de Lignon. La carta de vinos es buena, con excelentes opciones a precios razonables. ¡Es difícil irse después de probar la felicidad! Y eso es bueno, ya que el Auberge de Préjeurin permite prolongar su estancia en casas rurales (seis habitaciones) muy confortables.