Gastronomía especialidades locales y vinos Sainte-Maxime

Aquí, cerca del mercado cubierto de Sainte-Maxime, la pasta fresca es tradicional y a menudo fuera de lo común, lasaña vegetal, tagliatelle de chocolate, ravioles de espinacas y salmón, gnocchis de lima y cilantro... Pero también hay un rincón de delicatessen con aceite de oliva, carpaccio de trufas, jamón ibérico, chorizo, lomo, poutargue y muchos platos de delicatessen que se presentan a menudo en tarros, lo suficiente para hacer un buen festín en casa.

Tras una carrera en establecimientos de prestigio, Julien Ragusa, antiguo chef, se estableció como madurador de quesos. Su quesería y su trabajo fueron rápidamente reconocidos por la Academia culinaria francesa. Sus bandejas y cajas de queso únicas seducen por su originalidad y su carácter lúdico, y permiten descubrir, entre una selección de 200 quesos, elaborados en su mayoría con leche cruda y producidos en la más pura tradición, el knickerbocker artesanal trufado o el Clacbitou, un queso de cabra con un ligero sabor a avellana.

Charles, el miembro más joven de la familia Pierrugues, ha tomado la antorcha de este pastel de chocolate conocido desde 1920 y al que debemos en particular el chocolate sin azúcar añadido y la "Maximoise". Hoy en día, el maestro chocolatero se destaca por ampliar su gama de chocolates con notas originales y exóticas y por hacer sus propios helados y sorbetes caseros de fruta fresca. Se puede disfrutar de la pastelería fina desde la mañana hasta la noche, frente al puerto de Sainte-Maxime, en la terraza de la pastelería o en el salón de té.

Las primeras plantaciones del olivar de Thierry Olivier, que cuenta con 3.800 árboles, datan de 1988. El aceite artesanal producido es único en el mundo, con una mezcla de 14 variedades de frutos verdes. En la tienda se pueden comprar los productos de la finca, aceite por supuesto, pero también tapenade, aperitivos provenzales, miel de Draguignan, vinos cocidos, aperitivos anisados, galletas de Sainte-Maxime, mermeladas, vinagre y sales aromatizadas. También hay dos casas rurales disponibles.

A dos pasos de la bien llamada Place du Marché, en el corazón del pueblo, el mercado cubierto le espera para hacer sus compras gastronómicas, garantizadas al 100% por los comerciantes locales. Una buena selección de productos del mar, una quesería, una carnicería, flores pero también frutas y verduras, un puesto de la "Tarte Tropézienne" para todo lo que sea pastelería, sin olvidar un rincón vinoteca para un agradable momento de convivencia. ¡Gran ambiente!