Asolado en el siglo XIV por las guerras y la peste negra, abandonado y repoblado a partir de 1557, este antiguo y encantador pueblo, agrupado en torno a su iglesia, está idealmente situado en el corazón del macizo de Maures, a 9 kilómetros de Sainte-Maxime y a 18 kilómetros de Saint-Tropez. Su originalidad se caracteriza por las numerosas aldeas repartidas por el territorio, una especie de circo rodeado de colinas: Reverdit, los Pierrons, Vallaury, el Plan, Revest, Gambades... ¡hay nada menos que veinticinco! Numerosas fiestas animan este pequeño pueblo vinícola a lo largo del año: las jornadas del olivo y la feria de las plantas en abril, el día del arte en la calle en junio, la fiesta de los viñedos en julio y agosto, el día de San Pedro en julio, el festival de jazz "ô Plan" en agosto, la fiesta de la vid y el vino en la época romana en septiembre, la fiesta del vino cocido. Muchas oportunidades para venir a descubrir este pueblo y sus tradiciones, su patrimonio y su saber hacer. Es bueno vivir y alojarse en este típico pueblo. ¿Puedes adivinar el nombre de los habitantes de Plan-de-la-Tour? Se llaman Plantourians y Plantourianes! Estáis avisados.

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