Guía de viaje Le Castellet

El pueblo fue fortificado durante la época medieval y aún conserva muchos restos y murallas. Pero no fue hasta mediados del siglo XII, en 1153, cuando apareció el nombre de Castelletum, que designa a la actual aldea. Hoy en día se accede a ella a través de dos puertas fortificadas: el Gran Portillo, al sur, rematado por un escudo y donde aún son visibles los restos de su aparato defensivo, y el Portalet, al este. En lo alto del pueblo se encuentra el antiguo castillo, ocupado en parte desde 1969 por el ayuntamiento. Se puede admirar una impresionante sala de guardia. En lo alto del pueblo, un balcón de piedra, accesible a través de una posta, el Trou de Madame, permite admirar el panorama de los valles circundantes. Al oeste del castillo, la iglesia de Saint-Sauveur, construida en el siglo XII, tiene abrazaderas en forma de almenas. Las pequeñas y sinuosas calles, bordeadas de antiguas casas, una de las cuales perteneció al Bailío de Suffren y otra a los Templarios, están ocupadas hoy por numerosas tiendas de artesanos, artistas y galerías de pintura que exponen sus producciones. El aspecto típico de este pueblo ha inspirado a los cineastas. Marcel Pagnol filmó aquí La Femme du boulanger, uno de los grandes triunfos de Raimu. Si visita Le Castellet durante el verano, no se pierda las fiestas votivas de Sainte-Anne, Le Brûlat y Le Plan du Castellet. Por último, cabe destacar que Le Castellet cuenta desde 2018 con un restaurante con tres estrellas: el de Christophe Bacquié en el Hôtel & Spa du Castellet.