A las puertas del parque natural regional del Verdon, casi equidistante entre Aups, al norte, y Brignoles, al sur, Cotignac está enclavado al pie de un acantilado de toba de 80 m de altura y 400 m de ancho: un monumento natural con muchas cuevas, que es lo que lo hace tan especial. De abril a septiembre, su ascensión está abierta al público: en los jardines de la roca, un antiguo hospicio de 1314, en desuso desde 1653, sirve para acoger a los visitantes. A continuación, una escalera en rampa conduce al "balcón", donde le espera una terraza con una mesa de orientación: ¡desde arriba, el panorama sobre las colinas en terrazas es impresionante! Y para terminar la visita, ¡incluso se puede hacer un recorrido por una vivienda troglodita! A continuación, paseando por el pueblo y sus callejuelas adornadas con fuentes, los amantes de las piedras antiguas podrán apreciar las dos torres medievales, los restos del antiguo castillo de Castellane, la capilla de Saint-Martin del siglo IX, la iglesia de Saint-Pierre del siglo XII, la torre del reloj y la casa del Príncipe de Condé, ambas construidas en el siglo XV, o la puerta de la Puade, la única que se conserva de las ocho que formaban parte de las murallas del siglo XVI. Por último, tómese el tiempo de pasear por el Cours Gambetta, arteria central del pueblo y escenario del mercado semanal todos los martes por la mañana. Alineada con plátanos, cafés y restaurantes, tiene un ambiente inigualable.

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