Tras muchos meses de incubación, el Petit Futé se complace en anunciar una eclosión "extra" que inundará rápidamente los hogares. Conocías el voleibol, ¡pero no el Vollegg! Un concepto sencillo forjado en un gesto intemporal, desde tiempos inmemoriales los humanos han lanzado la pelota de un lado a otro, ¿y si lo hiciéramos con un huevo? Este nuevo juego, fabricado íntegramente en Francia, tardó en cocerse a fuego lento en la cabeza de Raphaël, su creador de La Ciotat, durante los Covid. Sin necesidad de ropa especial, material específico o espacio sobredimensionado, el Volegg basta, es ultraligero, no rompe nada y, a diferencia de una pelota clásica, las trayectorias son imprevisibles, más difíciles y, por tanto, inevitablemente más divertidas... Los jugadores desarrollan unos reflejos de morirse, porque el objetivo es, en efecto, no dejar caer el huevo. No hay ganadores ni perdedores, sólo el placer de jugar, pero para mayor desafío, es posible cronometrarse. En esta aventura, Raphaël está acompañado por Marien, Clément y Lee, que han establecido el récord en 9 minutos 30. Una colecta está en línea para financiar la distribución de los primeros 999 (n'oeuf n'oeuf n'oeuf) Volleggs. Estarán numerados y decorados a mano. Si quieres comprar una pieza de coleccionista, y participar en un proyecto original y local, ve a la colecta PINCHANDO AQUÍ

Idea loca o genial... a seguir en cualquier caso