LE CHAMOIS D'OR
Hay que descubrir el ambiente relajante de este restaurante situado junto a la pequeña plaza de los Combatientes frente al campanario de la iglesia. En el más mínimo rayo de sol, se encuentra el bonito salón de madera para instalarse en la terraza-jardín bordeada de flores, debajo de los árboles y la cenela. La carta propone crepes y una cocina de calidad a precio dulce: gran variedad de tortas con sábanas saladas saladas a la carta, ensaladas compuestas a base de productos frescos, platos de charcutería o quesos del país o pizzas. En cuanto a postres: recortes de helados y, sobre todo, crepes de fogones con mezclas audaces que también se pueden degustar a la hora del té. Todo es bueno, sencillo y bien preparado. El trato es agradable y el personal eficaz. No hay nada que extrañe esta escapada de altitud.