Roquefort-les-Pins debe su nombre al castillo de Castellas, construido por los señores de Antibes (Roque significa edificio alto). El municipio, que durante mucho tiempo estuvo dividido en aldeas repartidas por una vasta zona, se ha reorientado recientemente en torno a un nuevo centro urbano de estilo provenzal, donde encontrará viviendas y comercios. La zona está formada por la parte norte de la meseta de Valbonne, que se eleva desde los acantilados de las Gargantas del Loup. Este entorno ofrece numerosas posibilidades para practicar senderismo: hay siete senderos para descubrir, entre ellos la Vía Aurélia, uno de los tramos del Camino de Santiago. Un mapa disponible en el ayuntamiento y en la mediateca permite descubrir los tesoros ocultos de Roquefort-les-Pins. Aquí, un bonito puente romano de piedra gris, lavado por el agua y los años. Más allá, los restos de una borie en ruinas, un pozo y un antiguo horno. Más lejos aún, los restos de las torres de un castillo que domina el río Loup. Idealmente situada cerca de la zona de empleo de Sophia Antipolis y de la Costa Azul, Roquefort-les-Pins es un codiciado destino de vacaciones. La ciudad tiene 6.500 habitantes.Un poco de historia. Las excavaciones arqueológicas han demostrado que el lugar fue ocupado por primera vez en la prehistoria (cueva de la Péguière) y después en el Neolítico (dolmen de Peyraoutes). Fue en el siglo XI cuando los señores de Antibes fundaron la primera parroquia, cuyo lugar de culto era la iglesia de Saint-Pierre (San Peyre). El periodo medieval fue testigo de una actividad humana sostenida, pero el territorio de Roquefort decayó en el siglo XIV a raíz de la Guerra de los Cien Años. No fue hasta el siglo XVI cuando se construyó la capilla de Canlache en la parte norte de lo que hoy es el pueblo. Su situación, en el cruce de los caminos de Grasse, St-Paul-de-Vence y Antibes, le confirió una importancia estratégica, y la vida se desarrolló en esta zona hasta el siglo XIX. En el siglo XVI, el pueblo fue testigo de la llegada de numerosas familias que habían sido expropiadas como consecuencia de las obras de fortificación de Saint-Paul-de-Vence, y que recibieron parcelas de tierra en Roquefort como compensación. De este modo, el poblamiento se dispersa por toda la zona, constituido principalmente por bastidas y granjas, agrupadas en aldeas rurales. Roquefort, que formaba parte de Saint-Paul, se convierte en municipio en 1790. Se realizaron obras de abastecimiento de agua. La construcción en 1884 de otro lugar de culto en el actual barrio de Colombier, más al sur, contribuyó a la división entre la parte alta y la parte baja de Roquefort. Fue a principios del siglo XXI cuando los poderes públicos se instalaron en el barrio del Plan, creando un espacio de convergencia y reagrupación de los diferentes barrios de Roquefort-les-Pins.

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Pont romain de Roquefort-Les-Pins. Bernard Croisé

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