Aferrado a la ladera de una colina plantada de olivos centenarios, el pueblo de Châteauneuf-Grasse domina la llanura del Opio y la verde alfombra de colinas que se extiende hasta el mar. Ofrece un magnífico panorama que se extiende desde los Alpes italianos hasta las montañas del Esterel. El antiguo pueblo ocupa una superficie reducida, pero el municipio ha crecido considerablemente hacia el sur, hasta Valbonne. Actualmente cuenta con 3.188 habitantes. Châteauneuf-Grasse ha construido su reputación en torno al cultivo de flores de perfume, vides, olivos y horticultura. El centro medieval de la ciudad ofrece a los visitantes un entorno de postal. Se puede aparcar en la parte alta del pueblo, en la Place de la Mairie, junto a un antiguo lavadero bellamente restaurado. Paseando por las callejuelas, encontrará numerosas fuentes alimentadas por el agua de la meseta de Caussols, más al norte, interesantes ventanas, algunas con conchas talladas, dinteles bicentenarios y hermosas puertas que han resistido el paso del tiempo. Las fachadas de piedra de las casas presentan contraventanas en tonos pastel de verde, gris o azul. Detrás de las murallas hay bonitos jardines adornados con magnolias y palmeras. El gran edificio del siglo XVII que se asemeja a un palacio italiano y que se ve desde la plaza principal, apodado "el castillo", fue construido sobre las ruinas de un castillo fortificado. Un poco de historia. Originalmente, en la cima de la colina que hoy alberga el pueblo existía una castellaras, un recinto fortificado que se remonta a la Edad de Hierro. En el siglo XII, los señores de Opio decidieron construir un castillo en su lugar, ya que el sitio era el más alto de su feudo. Se menciona por primera vez en 1153. Entonces se conocía como Castello Novo, Castrum de Castello o Castro Novo. A lo largo de los siglos, Châteauneuf cambió tres veces de señor, separándose de Opio en 1257. También surgieron conflictos con los habitantes de los pueblos vecinos a causa de las peregrinaciones al santuario de Notre-Dame du Brusc. Como hemos visto, Châteauneuf-Grasse construyó su reputación en torno a la horticultura. Sin dejar de ser fiel a su tradición agrícola, el municipio también ha diversificado sus actividades económicas, tanto en el sector artesanal (cerámica, alfarería, esculturas) como en el comercial. Gracias a ello, el pueblo se benefició del auge del turismo a mediados del siglo XX. El desarrollo de Sophia Antipolis entre 1980 y 2000 contribuyó en gran medida a su crecimiento demográfico.

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Fotos e imágenes Châteauneuf-Grasse

Vue générale de Chateauneuf-Grasse. Bernard Croisé

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