Guía de viaje Caussols

Entre la montaña y la costa, Caussols contempla las estrellas mientras se sumerge en el mar. El pueblo está situado al pie de los Alpes, en una escarpada meseta cárstica. Está dominado al norte por la cumbre del Calern, sede del Observatorio Astronómico de la Costa Azul, y al sur por el Haut-Montet, sede de una estación de radar de la aviación civil. Esta meseta calcárea es un caos de piedra gris y escasa vegetación. Todo lo que se ve es una vasta extensión mineral salpicada de rocas calizas esculpidas por la erosión. Modelada por la escorrentía del agua de lluvia, está plagada de cientos de simas, avens y dolinas, donde el suelo se derrumba dejando un enorme agujero en la superficie. Hay varias rutas de espeleología en la meseta. Toda la zona es un paraje natural tranquilo y virgen, modelado a lo largo de los siglos por el pastoreo. Testigos de este pasado son los bories, cercados, apriscos y abrevaderos que salpican el paisaje, y que podrá descubrir en excursiones como la GR4. Los veranos en la región son calurosos y secos, pero el frescor de la altitud hace de Caussols un lugar muy agradable. En invierno, la meseta se cubre regularmente de nieve. La primavera y el otoño son especialmente húmedos, ya que el agua de escorrentía alimenta la red que recorre los kilómetros de galerías subterráneas. Este clima ha dado lugar a una flora y fauna específicas. aquí viven 250 personas. Su altitud oscila entre 895 m y 1458 m. Un poco de historia. Aquí no hay tratados ni hazañas de armas. Este territorio inhóspito no atrajo la codicia de abadías o señores. A lo largo de los siglos, ha permanecido más bien aislado, poco habitado y pastoral en su conjunto. En la prehistoria existían oppidums celtas, también llamados "castellaras". En la actualidad se conservan una decena de recintos de piedra seca. Algunos fueron utilizados posteriormente, ya que se han encontrado vestigios de ocupación romana. Las excavaciones realizadas en los alrededores del pueblo medieval de Villevieille también han desenterrado cerámicas que datan de diversos periodos, desde la Edad de Bronce hasta la Edad Media. La primera mención escrita de Caussols aparece en el siglo XII. A partir del siglo XIV, el pueblo pasó a depender de su vecino Cipières. Recuperó su independencia como municipio en 1790, pero esto no conllevó ninguna reagrupación de viviendas. En la actualidad, el pueblo sigue diseminado por la meseta, a excepción de la aldea de Saint-Lambert, la aldea de Les Claps y los alrededores de la iglesia y el ayuntamiento.