LA CIUDAD VIEJA Y LA CIUDADELA
Un agradable paseo por el pueblo de Forcalquier, con sus calles, plazas y casas renovadas, con restos de fortificaciones.
Un agradable paseo que comienza en la parte baja del casco antiguo de Forcalquier cuyas calles, plazas y casas han sido agradablemente renovadas. Además, se han instalado allí numerosas tiendas y cafés-restaurantes, incluida una heladería artesanal, así como un antiguo molino de aceite que se puede visitar gratuitamente. Lo mejor es llegar por la calle Mercière... El lugar está siempre animado, especialmente en verano. Las plazas Saint-Michel y Place de l'Œuf han sido recientemente reurbanizadas con una hermosa fuente gótica en el centro de la primera. Algunas de las casas datan del siglo XIII y las calles tienen un rico patrimonio arquitectónico. Fue alrededor de este siglo cuando la ciudad tuvo su mayor población, con unos 10.000 habitantes (algo difícil de imaginar hoy en día).
Si desea subir a la cima de la colina donde quedan algunos restos de la fortificación de la llamada ciudadela y donde se encontraba el castillo de los Condes de Forcalquier, hay dos soluciones: la más directa es mediante unas escaleras bastante agotadoras, que parten de la plaza Saint-Michel. O puede preferir subir más gradualmente, siguiendo varios callejones. En cualquier caso, el esfuerzo merece la pena porque desde la cima, el panorama es grandioso y de 360º. También encontrará una pequeña capilla hexagonal de estilo neobizantino, Notre-Dame de Provence, con un carillón que cuenta con 18 campanas, que podrá recorrer para admirar las vistas.