Guía de viaje Chantelle

La historia de Chantelle, rica en acontecimientos, giros y sorpresas, comienza con la antigua ciudad de Cantilia, ya mencionada en la "Tabla de Peutinger", un mapa terrestre del siglo III dibujado sobre pergamino. Se dice que César acampó aquí con las legiones XI y XII, y que las clases medias acomodadas de la Edad Media adoraban Chantelle porque la oficina de correos les permitía comer ostras todo el año. Pero la historia de la ciudad no comenzó realmente hasta los Sires de Bourbon, que construyeron una formidable fortaleza con vistas al río Bouble sobre los restos del antiguo oppidum en el siglo XI. Durante el Renacimiento, en el siglo XV, parte del castillo se transformó en una morada menos bélica. Ana de Francia y su marido Pierre de Beaujeu, duque de Borbón, fueron los artífices de este embellecimiento. Tras la muerte de Ana de Beaujeu en Chantelle en 1522, su yerno, el fogoso condestable de Borbón, fue condenado al exilio por el rey de Francia. Éste codiciaba la inmensa herencia que le había legado su esposa. Desterrado del reino, el príncipe huyó de Chantelle, llevándose consigo un pesado tesoro que pronto tuvo que enterrar para aligerar su montura. Francisco I mandó destruir el castillo, del que hoy sólo quedan algunas torres y murallas. Una hermosa abadía con uno de los mejores conjuntos de capiteles del Bourbonnais, restaurada y ocupada por monjas benedictinas desde 1853, puede visitarse a través de la oficina de turismo.