Guía de viaje Marennes

A menudo apodada la capital de la ostra, esta pequeña ciudad sigue siendo tan inseparable del océano como siempre. Antigua isla del golfo de Saintonge, Marennes desarrolló sus actividades marítimas gracias al comercio de la sal, que se enviaba a toda Europa. Pero al declinar la producción de sal, la ciudad desarrolló su industria ostrícola, sobre todo en el siglo XIX. Transformadas en criaderos de ostras, las antiguas salinas ofrecen las condiciones perfectas para la maduración de las ostras, que adquieren su característico color verde. Este producto también se beneficia de la etiqueta de Indicación Geográfica Protegida. Naturalmente, su viaje le llevará a la orilla derecha del Seudre para pasear por el canal de Cayena. A ambos lados, podrá admirar las coloridas casetas y los restaurantes donde podrá deleitarse con un plato de ostras. Para saber más sobre este molusco, visite la Cité de l'Huître (Museo de la Ostra), con su programa de actos, exposiciones, actividades para niños, descubrimientos culinarios y mucho más. ¡No se quede demasiado cerca del agua! El centro de Marennes es igual de bonito. En la plaza central se alza la estatua de Justin Chasseloup-Laubat, ministro de Marina de Napoleón III. Más adelante, la iglesia de Saint-Pierre-de-Salles ofrece una vista impresionante desde lo alto de su campanario. También puede pasear por la Rue de la République y la Rue Georges Clemenceau y admirar las mansiones privadas construidas entre los siglos XV y XVIII. Marennes también cuenta con una playa frente a la ensenada de Maumusson. Es un lugar ideal para montar en bicicleta, patinar o dar románticos paseos y, por supuesto, bañarse durante la temporada