Guía de viaje Salies-De-Béarn

Rodeados de verdes colinas, los más de 5.000 habitantes de Salies-de-Béarn están enclavados entre los ríos Pau y Oloron. La ciudad es conocida como la "Venecia del Béarn" y, sobre todo, la ciudad de la sal, gracias a su agua, diez veces más salada que el mar Aunque las excavaciones han revelado que este bien raro y precioso se extraía hace más de 3.000 años, fue en la Edad Media cuando los habitantes empezaron a organizarse en torno al comercio, con la creación de la Corporation des Parts-Prenants. Con el paso de los años, las actividades se diversificaron y, en 1855, Salies-de-Béarn abrió su primer balneario. Hoy en día, el bienestar y la relajación se han sumado a estos activos, y la ciudad sigue siendo un destino turístico ineludible. Formada por antiguas callejuelas que se entrelazan como una concha de caracol alrededor del centro de la ciudad, Salies-de-Béarn tiene un encanto único, con el río Saleys fluyendo por el corazón de la ciudad, pasando por casas construidas sobre pilotes, típicas de la zona, con tejas picoteadas y entramado de madera. A pesar de las inundaciones de junio de 2018, la ciudad y sus comercios volvieron rápidamente a la vida, lo que permitió que el centro de la ciudad conservara su ambiente acogedor y su atractivo. Salies-de-Béarn cuenta con majestuosos ejemplos de arquitectura Belle Epoque y Art Déco, que rodean los baños termales y el casino, así como un casco antiguo con una gran riqueza de arquitectura medieval, un magnífico escenario que pone a la ciudad en el centro de atención por su Festival de la Sal, el Festival de Sottises, la Piperadère y sus festivales de magia, arte contemporáneo y vídeo amateur.