Guía de viaje Rébénacq

Con su agua omnipresente, su corazón histórico, su patrimonio, este pueblo es claramente uno de los más agradables del valle de Ossau. La última bastida creada en Aquitania en 1347, fue construida por un vizconde de Gaston Phébus, Roger d'Arévénacq. En 1574, Catalina de Navarra confió el mando de Rebénacq a Bertrand d'Espalungue y, a principios del siglo XVII, el pueblo fue erigido como baronía. El último señor aquí fue el Marqués de Saint-Chamans, su castillo no resistió la revolución y fue vendido antes de ser destruido. Entre los elementos notables están las ruinas del castillo de Bitaulé que data de finales del siglo XVIII y las canteras operadas hoy por GSM PA y Soubercaze padre e hijo. Un desafortunado episodio golpeó a Rebénacq en 1991: una violenta tormenta destruyó todo a su paso, requiriendo numerosas obras para rehabilitar el patrimonio dañado. De ahí la idea de crear un "Festival des vieux métiers" en 1993, que acogiera a muchos visitantes para admirar el antiguo lavadero a orillas del Neez. Un festival que desgraciadamente se detuvo en 2012. Hoy en día, Rébénacq sigue atrayendo a los curiosos, una espléndida comuna en el valle de Ossau.