PARFUM DE CREPE
Restaurante clásico que ofrece galletas especiales caseras, rellenas y sabrosas en Nantes.
Hay un restaurante que sabe dónde está. Aunque la decoración es bastante clásica, la carta podría servir de referencia para los turistas que deseen descubrir en unos días los lugares ineludibles de Nantes: Paso Pommeraye, Grue Titán, Anillos de Buren, Castillo de los Duques, Promenade de l'Erdre… Tantos lugares míticos de la antigua capital bretona que sirven de inspiración a Roseline para sus toretas especiales caseras, guarniciones y sabrosas. Ceden a la galleta del Estado (pecho humo, patata, todo acompañado del famoso Curé Nantais), una torta de la semana, saborear el Parque de Provista (espinacas con crema) y sucumbir al mercado de Talensac (fundido de puerros, salmón ahumado). Por supuesto, los productos regionales son los siguientes: cerveza del Bouffay, helados La Fraiseraie, Curé nantaba, anguila de Guéconducir y sidras bretones. El establecimiento también propone un plato del día que permite variar los placeres, sin olvidar el kig ha farz, el tapizador de fuego bretón con una bolsa de harina de trigo negro, todos los jueves de septiembre a abril (cuidado, tendrás que reservar) y de mayo a septiembre las sardinas asadas de Saint-Gilles-Cruz de la vida con patatas de Noirmoutier. En cualquier caso, no te pierdas las crepes, que, elaboradas a partir de leche entera y de huevos pasteleros (es el secreto, te darán la sonrisa de camareras), permiten cerrar una comida de belleza. La terraza está a un buen día.