HOTEL DE NEVERS * *
Situado entre el centro de la ciudad y a 600 metros del santuario, este establecimiento no carece de encanto ni de historia, ya que se trata del antiguo convento de las hermanas de Nevers. Las habitaciones son amplias, modernas y cómodas y el sitio dispone de pequeños salones relajantes y de un porche con sombra de lo más agradable. El conjunto es especialmente acogedor, te sentirás familiar, un poco como en casa. Tanto más cuanto que los nuevos empresarios hacen todo lo posible por sentirse cómoda. A mediodía, el restaurante propone un menú del día y encontrarás en las propuestas del foie gras casero, del magret de pato, pero también del ternero o de los coquelines: Cambia y las personas que viven en los últimos días aprecian estas variaciones que no olvidan el sataje en invierno y las ensaladas en verano. La cocina es deliciosa, con platos elaborados y una presentación cuidada. Por la noche, sólo te puedes pedir, pero no dudes porque Fifnick gusta colgar a sus huéspedes. Una bonita recuperación que no cambia el alma de este establecimiento, que sigue siendo uno de los más asequibles de Lourdes.