HOTEL EDELWEISS * *
La hermosa fachada Napoleón III del Edelweiss le seducirá tanto como las amplias y luminosas habitaciones, muy bien dispuestas.
El lugar es tan tranquilo como cálida es la bienvenida. Situado en la calle más bonita de la ciudad, donde la arquitectura de los edificios es testigo de la fastuosidad de antaño, este hotel señorial ofrece la ventaja de estar a dos minutos andando del centro de la ciudad. Además, los esquiadores y amantes de los deportes de invierno solo tienen que recorrer unos 300 metros para llegar a la telecabina que conduce a la estación de esquí de Lys. A los propietarios les encanta aconsejar a sus clientes sobre los paseos y curiosidades que hay que descubrir en los alrededores. En cuanto a las habitaciones, nos gusta que sean tan espaciosas y, sobre todo, el aire de suite que les da vida, ¡con dos sillones y una mesa cada una! Además, están todas intercomunicadas, lo que facilita las estancias en familia. Modernas y con todas las comodidades, las habitaciones están decoradas con colores suaves. Los desayunos dulces y salados son tan copiosos como variados y las comidas apuestan por los productos frescos y locales con sugerencias ricas en sabores: pato, cordero, trucha de los Pirineos… la región se palpa en el local. El bar-salón con carácter de casa rural y chimenea es magnífico, ¡no hay mejor lugar para relajarse!