En un entorno muy agradable, cerca de los cafés a la española: a veces se come en el bar si es un lugar muy concurrido. La decoración está en las mismas tonalidades tonas y alegres, entre la madera y las arcadas, y este establecimiento tiene un bonito encanto patinado. Stéphane, el jefe, te recibe con buen humor y su equipo está en la misma línea: uno se siente bien, que se oye bien y que se toma en serio. La mesa es sabrosa, con productos sencillos pero frescos y, sobre todo, bien trabajados. Dos carnes emblemáticas marcan las propuestas, magret de pato o entrecurta, acompañadas de patatas fritas. Los platos del día siguen el mercado y las sugerencias son amplias, si las entradas desaparecieron este año, pero han venido dos ensaladas ultra completas: una que cambia cada 3 semanas después del mercado y el inevitable Gasconne con gigantes, largaduras ahumadas, mangos confitados de pato, magret… un delirio made in Gers. Pastel de nueces o cirón, musgo o mullido de chocolate, los 3 postres del día te regalan y la carta de vinos es un bonito escaparate de los vinos regionales y locales. El trato es tan acogedor como profesional, es una excelente dirección.
(Avis d'origine)
Toller Burger Laden. Das Fleisch ist frisch. Top Burger Auswahl. Es gibt auch einen veggi Burger