El origen de Bains-les-Bains se remonta indudablemente a los romanos que se establecieron cerca de las aguas termales. Situada en el corazón de la Vôge, esta pequeña ciudad es conocida por sus aguas plutonianas que son conocidas por tratar el reumatismo y la alta presión sanguínea. De hecho, son el resultado de la destilación de las rocas volcánicas en el magma de la tierra bajo la influencia del calor y la presión. Al llegar a la superficie terrestre a través de las numerosas fallas del terreno granítico antes de cruzar la capa de arenisca, 11 manantiales termales con nombres bastante originales como "Grifo de Hierro" o "La Vaca" brotan a una temperatura de 25 a 51°C. Una nueva perforación en las Termas del Grand Parc (conocidas como "La Forêt") en 1998 ha permitido aumentar considerablemente el caudal de estas famosas aguas termales con su gran potencia debido a sus componentes hipominerales, sulfatos, silicatos y sodio. Sus orígenes graníticos les permiten así llegar a nosotros con un flujo regular, una calidad excepcional de mineralización y una temperatura constante. Bains-les-Bains está a medio camino entre los Hautes-Vosges y los Monts Faucilles y se extiende a lo largo de la Bagnerot, un pequeño arroyo que se une al Coney, un afluente del Saône. Situado a 29 km al suroeste de Epinal, este balneario con una altitud media de 310 m está en el corazón de la Vôge. Construida sobre suelos de arenisca, su suelo es gris rojizo con vetas verdes o azules de arcilla, por lo que se conoce como la arenisca abigarrada. Su grano es fino, abundan las escamas de mica y puede dar un buen sillar. La estación de Bains-les-Bains está situada al sudeste en el territorio de Clerjus y sus principales localidades son la Rappe, le Préverdot, les Fontenelles y el Raval. Si Bains-les-Bains es conocido por sus baños termales, también fue un sitio industrial gracias a la Manufacture Royale, una fábrica de estaño fundada en el siglo XVIII.