Guía de viaje Vic-Sur-Seille

En el corazón de la región de Saulnois, Vic-sur-Seille fue antaño una próspera ciudad gracias a su sal y sus viñedos. Su historia es tan rica que merece ser contada a lo largo de los siglos. Ya en el siglo X, los obispos de Metz fijaron aquí su residencia. En el siglo XII, el norte del pueblo fue fortificado por primera vez. Con su torre de vigilancia y su enorme muralla urbana (de unos 2.000 metros de longitud), Vic-sur-Seille era una plaza fuerte en el siglo XIII. Por no hablar de la presencia de un castillo, reconstruido por un tal Conrado, canciller del emperador Federico II, para sustituir a las antiguas fortificaciones.El 14 de marzo de 1593 nació en Vic el pintor Georges de La Tour, célebre artista lorenés conocido hoy en todo el mundo. Más tarde, en el siglo XVIII, la ciudad vivió un apogeo artístico y cultural sin precedentes. La Guerra de los Treinta Años, que causó numerosos daños y destrucciones, dio paso a una importante renovación urbana. Durante este periodo se construyeron numerosos edificios civiles y religiosos (monasterios carmelitas, convento dominico, etc.). Lo mismo ocurrió con el desarrollo de las principales plazas del centro de la ciudad. Hoy en día, este glorioso pasado nos ha dejado un legado de bellos y pintorescos edificios y casas de ciudadanos notables, que podrá descubrir paseando por sus encantadoras calles y callejuelas. En cuanto a las ciudades vecinas (Moyenvic, Marsal y Haraucourt), aunque tuvieron su apogeo gracias a los manantiales de sal, aún quedan muchos vestigios por ver y volver a ver...