IGLESIA DE SAINT-MAXIMIN
Una iglesia con una fachada de portal barroco, un conjunto excepcional de vidrieras, un campanario románico y una nave
Frente al templo luterano, llamativo atajo geográfico a la turbulenta historia de los católicos y protestantes de Metz, la iglesia de Saint-Maximin, en el barrio de Outre-Seille, lleva el nombre de un antiguo obispo de Tréveris, Maximino (fallecido en 350). Construida entre los siglos XII y XV, el ábside y el campanario son románicos, y la nave y las naves laterales, góticas. La fachada está decorada con un portal barroco. El interior está bañado por una luz tenue y misteriosa... Casi místico Esta atmósfera singular se debe a los matices muy sutiles de los colores de las vidrieras: a veces azul, a veces amarillo, verde o violeta... Este excepcional conjunto de vidrieras es la obra maestra única del célebre poeta y cineasta Jean Cocteau. Las formas geométricas son decididamente modernas y enigmáticas, con auténticas influencias de África, América y Oceanía. La belleza de estas vidrieras se exalta cuando aparece la luz del sol. Cuando el Art Déco está al servicio de lo espiritual... Fue bajo estas bóvedas donde el joven Bossuet pronunció una de las primeras oraciones fúnebres, la de Enrique de Gournay, el 24 de octubre de 1658. El gran órgano se construyó en 1969 a partir de una antigua tubería existente. La acústica ideal de Saint-Maximin lo convierte en un lugar privilegiado para los conciertos: se dice que el instrumento es el mejor órgano barroco de la ciudad. Varios objetos están catalogados como monumentos históricos, entre ellos la reliquia de San Maximino. Tómese su tiempo para descubrir esta iglesia repleta de tesoros listos para ser revelados