Guía de viaje Limoges

Ciudad cargada de historia, pero también primer centro económico de la región, Limoges, cuna de Pierre-Auguste Renoir, es conocida sobre todo por su porcelana y sus esmaltes. Desde la estación de ferrocarril de Bénédictins, de visita obligada por su arquitectura, la avenida del Général-De-Gaulle, prolongada por el bulevar Louis-Blanc, atraviesa la ciudad de norte a sur, dividiendo los barrios en dos grupos. Al oeste, los barrios Château y Boucherie, construidos en torno a la cripta Saint-Martial, conforman el centro de la ciudad. Aquí se encuentran las Halles (plaza de la Motte), la Ópera-Teatro y la Prefectura. La arquitectura es una mezcla de edificios de los años 1920 a 1960, casas urbanas de los siglos XVIII y XIX, edificios Art Déco y casas medievales de entramado de madera (rue de la Boucherie). Visite la estación benedictina (place Maison-Dieu), el barrio de la Boucherie, el Museo Nacional de la Porcelana (Adrien Dubouché), la catedral de Saint-Etienne, el antiguo palacio episcopal y sus jardines (Musée municipal des Beaux-Arts) y el Musée de la Résistance. También puede pasear a orillas del Vienne, por el barrio de Ponts y, al sureste, por el barrio de la Cité, centro histórico de Limoges. A través de las callejuelas de casas medievales, podrá descubrir la catedral, el palacio episcopal, los barrios antiguos y el soberbio jardín episcopal. Es un centro turístico en el que disfrutará paseando de terrazas a reliquias históricas y de anticuarios a jardines.