Guía de viaje Colliure

Joya de la costa catalana, Colliure conserva intacto el encanto de su casco histórico, famoso desde los reyes de Mallorca e inmortalizado por los más grandes pintores del siglo XX. Callejuelas pintorescas de indescriptible encanto, entremezcladas con escaleras y casas con balcones florecidos, una iglesia con un emblemático campanario, un poderoso castillo bordeado de pequeñas playas, barcos catalanes reconocibles por sus vivos colores y sus típicos mástiles, un cielo azul que nunca le abandona... Todo contribuye a que Colliure sea el lugar más visitado del departamento. Y sobre todo, la ciudad abrió una página en la historia del arte a principios del siglo XX: Matisse y Derain, deslumbrados por su cielo luminoso y sereno y su pequeño puerto pesquero, pintaron el lugar en sus lienzos dieron gloria de este pueblo que hay que visitar a pie serpenteando por sus callejones coloridos y floridos. Colliure cautiva tanto en verano como en invierno, este pueblo nunca duerme. Y sea cual sea la estación del año, disfrutará descubriendo sus pequeñas tiendas de artesanía y galerías de arte, degustando sus famosas anchoas, sentándose a la mesa en uno de los numerosos restaurantes y descansando en una de las tres playas. La Oficina de Turismo dispone de abundante información sobre el pueblo y sus alrededores. Esta ofrece recorridos temáticos y visitas guiadas, y las excursiones a pie invitan a subir a los viñedos en terrazas para contemplar mejor este entorno único. Nos encanta Colliure y nunca nos cansamos de ella. Seguro que saldrá pensando lo mismo.