Guía de viaje Ispagnac

Ciudad activa durante la Edad Media y el Renacimiento (se pueden admirar algunas bonitas casas), Ispagnac tiene una bonita iglesia románica, construida en el siglo XI pero modificada desde entonces. Aunque Ispagnac fue atacado por el capitán hugonote Mathieu Merle en 1580, el edificio ha sobrevivido. Muy bien restaurada, se distingue por su cúpula, su campanario octogonal y su nave de tres tramos. El alto y profundo pórtico protege un portal románico y un nicho construido en la pared que solía albergar a niños abandonados. La elección del material, una hermosa piedra caliza dorada, da un color claro al edificio, en particular a la fachada occidental, que tiene un portal con dos vasos y una ranura, tal vez destinado a recibir un elemento defensivo. Algunos añadidos del siglo XVII han modificado la forma puramente románica sin alterar el conjunto Siguiendo el Tarn, el imponente puente gótico de Quézac atraviesa el río. Su importancia sólo se explica por la necesidad de asegurar el paso en todas las épocas del año a los numerosos peregrinos que, en la Edad Media, acudían a venerar a la Virgen de Quézac. La estatua, destruida por los hugonotes, fue sustituida y sigue siendo objeto de una peregrinación en septiembre. El pueblo de Montbrun, encaramado en una colina que domina el valle, ha sabido conservar su carácter auténtico al estar algo alejado del flujo turístico de las gargantas. Sus casas, estrechamente construidas en círculos concéntricos, formaban una especie de muralla que protegía el pueblo; bien conservadas, constituyen un conjunto arquitectónico muy bello.