Entra en este antro maléfico, un miembro de la tripulación pirata te llevará a tu mesa, al pie de la torre, en el antro del barco o en las cárceles del barco. Además de la grandiosa decoración decorada con cabezas de muerte, la tormenta y los cañones reseñan por sorpresa en el medio de la comida y, tres veces en una hora, las luces se divierten. Una larga lista de cócteles eclécticos lleva el punto de órgano a este ambiente de fiesta. A la carta hay para todos los gustos: ensalada, pastas, pizzas, carnes o pescados. Para el postre, la casa ha tomado el partido del muy clásico: mullidos con chocolate, crema quemada o helada Bounty, compuesta por un helado de chocolate, un sorbete y virutas de coco, y crema Chantilly. A los niños les encanta.
A bientot