Guía de viaje Montolieu

Un pueblo dedicado a los libros. En el siglo XVIII, Montolieu, un pueblo medieval pintoresco y encantador encaramado en un promontorio rocoso, entre los desfiladeros del Dure y del Alzeau, vivió, al igual que los pueblos de los alrededores, una época de prosperidad económica gracias a su industria textil y papelera, con numerosos molinos alimentados por los caprichosos arroyos que descienden de la Montaña Negra. El éxodo rural del siglo XIX marcó el declive de la industria del papel, de la fábrica real de telas y las industrias agrícola y vinícola. A principios de los noventa, un hombre, Michel Braibant, encuadernador en Carcasona, soñaba con llenar de vida las calles desiertas y concibió un proyecto loco: dedicar el pueblo al mundo de la edición y las artes gráficas. Unos quince libreros, editores y artesanos del libro han continuado desde entonces con esa tradición. El pueblo, situado a 17 kilómetros al noroeste de Carcasona, recibe cada año a varios miles de visitantes, entre curiosos, lectores y coleccionistas empedernidos. Las actividades y talleres didácticos que se organizan a lo largo del año, así como las visitas al Musée des Arts et Métiers du Livre, permiten a los visitantes descubrir el trabajo de calígrafos, encuadernadores y grabadores, así como la fabricación de libros o papel. Los artistas se han unido a esta estupenda iniciativa para dar un nuevo impulso a este proyecto único, sobre todo a través de La Coopérative Musée Cérès Franco que presenta una excepcional colección de Art Brut. Un buen ejemplo de reconversión y revalorización del patrimonio local.