CAMPANILE
Los hoteles de Campanile no son conocidos por ser direcciones con un encanto particular, pero éste destaca bastante bien, sobre todo por el entorno en el que está instalado y su jardín arbolado. Además, fue completamente renovado en 2015. La bonita terraza es ideal para una buena sesión de relajación mientras que las canchas de tenis harán las delicias de los amantes de las raquetas de nieve. Las habitaciones no tienen aire acondicionado, en tonos claros y verde manzana, son totalmente nuevas, funcionales y confortables, todas equipadas con televisión, teléfono y conexión wifi. La bandeja de cortesía con té, café y galletas es una buena atención y el desayuno, presentado como un buffet continental de todo lo que se pueda comer, se defiende bastante bien, al igual que el restaurante de inspiración tradicional.