EL JARDÍN DEL PALACIO REAL
Cómo llegar y contactar
Jardín con arenero para que los constructores en ciernes ejerciten su genio creativo en París
Si bien sus columnas de Buren, en su época, han estropeado la crónica, es sobre todo por su rectángulo bordeado de terrazas tranquilas en las que se puede comer con su todo pequeño. Por otra parte, las consumiciones no son excesivas y no se le pide que ponga las velas apenas el vidrio vaciado. Pequeño detalle que vale la pena. Especialmente agradable en verano por la frescura de su estanque y la sombra de sus tigres, el jardín posee también un barco de arena para que nuestros constructores de hierba puedan ejercer su genio creativo. El jardín es lo suficientemente grande para que no te vayas, por lo que te sentirás como el fin de semana. Para los amantes de las compras, hay varias tiendas escondidas bajo las arcadas. Un consejo, disfrute de los primeros rayos de sol en abril o mayo…