La primera piedra de este edificio fue formulada por Luis XIV en 1653, y se tardó casi un siglo en terminar los trabajos. Construida a partir de un plan de Jacques Le Mercier, la iglesia está inspirada en la catedral de Notre Dame. El edificio ha estado provisto de capillas que se suceden en la continuidad del nef y del coro. La que está dedicada a la Virgen, realizada por Jules Hardouin Mansart, presenta una cúpula magníficamente decorada al estilo barroco. Esta iglesia contiene numerosos cuadros, esculturas, frescos y tumbas. Hay que saber que gran parte de su patrimonio proviene de iglesias que desaparecieron durante la Revolución Francesa. Cabe destacar que, al pie de su bonita fachada con columnas y de su pequeña escalera, se han llevado a cabo las luchas callejeras entre los monalistas y las fuerzas del poder republicano, el 13 vendro del año IV, es decir, el 5 de octubre de 1795. A la cabeza de estas últimas se encontraba un tal Napoleón Bonaparte que no duda en hacer disparar al cañón sobre los insurgentes.