Restaurante bistronómico con una amplia y luminosa sala de madera que ofrece una sabrosa cocina.
Jean-Marie Fréchet, restaurador y encélogo, y Thomas Chaput, director del restaurante, crean Pirouette. Un bistronómica como los amantes, lleno de frescura y creatividad, que pone un bonito golpe de peps en este barrio. En la gran sala luminosa de madera clara, hay una panecilla de pared entera reservada a las botellas de vino. Para acompañar estas dulces brechas, encontramos una cocina precisa y sabrosa, orquestada por dos jóvenes chefs talentosos. De asociaciones inventivas (merlán, cuscús de flores, cuchillos, limón mano de buda y mantequilla de conchas, Fregola, calabaza, apio y trufa negra, terrina de corzo, rábano y nabo), en clásicas perfectamente dominadas (foie gras, huevo perfecto, arroz con leche y mantequilla salado), se apela a los clásicos (foie gras, huevo perfecto, arroz con leche y mantequilla salado). aleja los vestigios minuciosos y coloridos, los gustos retirados. ¡Todo esto a precio de amigo!
Arrivés sur place, avec 10 minutes de retard, 2 de nos invités étaient déjà là, attablés à ce qu'il restait de notre espace réservé, c'est-à-dire une table de 2. Pour 20 personnes.
Nous avons dû quitter le bar, très déçus de cet accueil, et chercher un autre lieu où nous pouvions célébrer cet anniversaire, un samedi soir, à Chatelet. Après 4 bars essayés, nous avons ENFIN pu boire à la santé de notre amie.
A fuir