EL BOIS DE BOULOGNE
Un gran parque parisino con lagos, hipódromos, ríos, cascadas, pabellones, restaurantes, jardín, invernadero, estadio...
Coto de caza de reyes, el Bois de Boulogne (846 hectáreas) era conocido como el bosque de Rouvray en la Edad Media. El privilegio real fue abolido por Luis XVI. El bosque se convirtió entonces en un lugar popular de paseo. De las casas construidas en esta época, ha sobrevivido Bagatelle, un parque de estilo inglés con una famosa rosaleda, extraordinaria en primavera, cuando florecen los primeros capullos. Tras ser devastado por las tropas rusas e inglesas que acamparon allí en 1814, el bosque fue restaurado poco a poco, pero no fue hasta el Segundo Imperio cuando se diseñó tal y como es hoy. El ingeniero Jean-Charles Alphand y el paisajista Jean-Pierre Barillet-Deschamps lo transformaron en un inmenso parque, uno de los primeros de París. Se crearon lagos superiores e inferiores, así como la Grande Cascade, ríos, caminos de herradura y paseos peatonales. Se construyeron los hipódromos de Longchamp y Auteuil, edificios (chalets, pabellones, quioscos, restaurantes) y el Jardín de Aclimatación. Siguieron otras instalaciones, como las deportivas del Racing Club de France, las Serres d'Auteuil, el estadio Roland-Garros, el Polo Club y santuarios de aves. Hoy en día, el bosque es un inmenso terreno deportivo (se cruzará con jinetes, corredores, paseantes, etc.) que sirve de enlace entre los elegantes suburbios del oeste y el distrito 16 de París. Hay restaurantes y locales de fiesta, pero atención: ¡no se recomiendan las visitas nocturnas!